Sara Sapón

Soy mama de un hijo único que está por cumplir los cinco años, hace un año comenzó la aventura educativa en este establecimiento, al inicio fue muy difícil su adaptación, su condición de ser un único niño en casa donde tenía la atención de todos los adultos a su alrededor, sumado a tener una mama un tanto aprensiva, era de imaginarse que el desprendimiento de casa y dar ese paso cualitativo de cambio físico sería bastante complicado.

Danielito a sus dos años 🙂

Recuerdo perfectamente el día que estuve por primera vez en el lugar, cabe mencionar que previo a visitarlo, había estado anteriormente en tres centros educativos infantiles, viendo posibilidades.  En aquel momento nos enseñaron todas las instalaciones, haciendo un breve recorrido por cada aula, adicional nos explicaron el método de enseñanza utilizado, ejemplificándolo de una vez con mi hijo al lado, en ese instante me convencieron que era el lugar ideal para mi gran y único tesoro. Por último, nos explicaron con el mayor detalle cada uno de los requisitos y normas internas que el establecimiento tenía, solventando mis dudas y motivándome a la inscripción, dos semanas posteriores daba inicio el ciclo escolar.

Como mencioné en el primer párrafo, fue bastante difícil no solo para el sino también para mí como madre, los primeros días el niño lloraba y no quería entrar al colegio, veía como otros niños y niñas entraban felices y deseaba que mi hijo hiciera lo mismo, sin embargo, conmigo no pasaba. Un día la maestra de su grado me informó que a mi pequeño le estaba costando pero iba progresando poco a poco, para ese momento se sabía algunas letras de sus primeras canciones infantiles que aprendería y bailaba cuando las escuchaba, cosa que no sucedía al inicio, me conmovió una tremenda felicidad y supe que estaba haciendo lo correcto, que íbamos paso a paso y un día a la vez.

Desde entonces, día a día ha sumado a su progreso de socialización y aprendizaje, el amor con que corrigen, enseñan, juegan y se divierten, ha sido maravilloso, estoy inmensamente agradecida con la maestra de grado y el personal de la institución que está a cargo de la educación de mi hermoso tesoro, finalizo diciendo que no tengo palabras para describir la felicidad que siento cuando con alegría y entusiasmo me cuenta como es la dinámica dentro del establecimiento. YO SOY CASONA DE MAMÁ CON MUCHO ORGULLO!



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